Tener tienes uno, aunque no lo sepas o no te guste.
Hoy me apetecía acabar la semana con un poco de misterio. Bueno, sólo un poco. La verdad es que esto es uno de las frases que siempre caen cuando hago una asesoría de imagen.
A veces, la pregunta es clara y directa. Otras veces está implícita y no porque no se atrevan a preguntarlo sino más bien porque no saben la importancia que tiene saber la respuesta.
Igualmente sea cual sea el caso es una de las cuestiones a las que siempre respondo cuando me dicen:
“Yohana, yo es que no tengo estilo”
“Quiero verme estilosa”
“Sabes esas chicas que se ponen una camiseta y un vaquero y las ves perfectas? Quiero eso”
Por ponerte en situación con algunas de las frases que me dicen mis asesoradas.
El problema no es que no te veas estilosa o que pienses que no tienes estilo. Porque tener tienes uno (estilo) aunque tú no lo sepas o quizás no te guste. Y en ocasiones, muchas veces, hay más de uno en una misma persona.
Ahora bien, puede ser que no seas capaz de ponerle nombre o, como me gusta decir a mí, de definir tu estilo. Pero tener lo tienes.
Unas líneas más arriba te comentaba por qué esto es importante y no se me ocurre mejor manera de explicártelo que comparándolo con tu ADN.
Cada persona tiene un ADN, es única. Al igual que tu estilo también lo es.
¿Puede ser esto verdad?
Sí y te voy a contar en qué radica la diferencia cuando hablamos de un mismo estilo pero en diferentes personas.
Es ese “rollo” que tú le das a la prenda, por el mero hecho de llevarla tú. Hay personas que saben defender muy bien cualquier tipo de prenda. Ahí entraría la frase que te puse más arriba “Sabes esas chicas que se ponen una camiseta y un vaquero y las ves perfectas? Quiero eso”.
Son esas combinaciones imposibles que se te dan genial y que aunque tuvieras una hermana gemela y se pusiera lo mismo no lo llevaría como tú. Es esa forma de ver la moda, con otros ojos, con los tuyos propios pero desde otra perspectiva ;)
¿Y qué pasa cuando dices no tener estilo?
El problema no radica en sí en tener o no tenerlo porque ya te digo que sí lo tienes. El problema está en no conocerlo. No sabes qué prendas son las que realmente van acordes a ese estilo propio. En todas esas prendas que sobran en tu armario, con las que no conectas y con las que de alguna manera no te sientes tú. Que te las pones por aquello de no dejarlas muertas de risa pero que cuando te miras al espejo sientes que algo no va… ¿Cuántas veces te has cambiado de ropa por sentir eso?
Se trata de hacer un trabajo de autocrítica con tu imagen. Este es el primer paso para definir tu estilo y yo lo hago a través de mi cuestionario de estilo. Me ayuda y te ayuda a saber qué relación tienes con la ropa, con tu imagen y con el espejo.
Es el paso más importante porque ahí es donde se va a corazón abierto, sin filtros y casi como sin quererlo te vas sincerando. Sientes como tus hombros se liberan de la mochila que arrastras en cuanto a tu autoimagen. Es muy revelador porque puede que hasta ese momento no te hayas atrevido a decirlo en voz alta y por tanto a declararlo.
Así que no creas que no tienes estilo y que no eres estilosa porque no es así. Lo tienes y lo eres. Lo que pasa es que andas un poco perdida dándole a la piñata y aún no te has llevado las chuches. Nada más.
Antes de acabar este post, el último de este año quiero desearte un FELIZ 2024 y que nada te frene para conseguir tus sueños.
Si uno de ellos es mejorar tu imagen y ganar más confianza y seguridad en ti misma este es tu momento. Tienes la agenda abierta de Enero y Febrero del 2024 para empezar con ello. Es un buen auto regalo, aunque también puedes pedírselo a los reyes.
¡Te espero!
Chao!
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